Un desliz no lo tiene cualquiera.
Vamos a deslizarnos en la
sensualidad de las letras
y el círculo vicioso de
mi nombre.
Me quedo para morder
la tripa de tu inicial
y a caer entre sus montañas.
Sigue la explosión de noches
de colores en cielos oscuros;
y ninguna estrella.
He estado pensando en ti;
o eso dicen las ojeras.
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